December 1, 2023

Avivamiento Eucarístico — El Año dela Parroquia (Parte 3) — Brindando oportunidades para un Encuentro personal con Jesucristo en la Eucaristía

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POR EL OBISPO LOUIS F. KIHNEMAN III
Obispo de Biloxi
“Cuando lo hayas recibido, incita tu corazón a rendirle homenaje; hábla-le de tu vida espiritual, mirándolo en tu alma donde está presente para tu felici-dad; acógelo con el mayor afecto posi-ble y pórtate exteriormente de tal una forma en que sus acciones puedan dar prueba a todos de Su Presencia”.
— San Francisco de Sales

La Parte Dos de mis artículos sobre el Avivamiento Eucarístico Nacional — Año de la Parroquia, se centró en revigorizar el culto en nuestras parro-quias, misiones y escuelas y por nuestra participación en la celebración de la Misa. Compartí con ustedes el testimo-nio de mis encuentros personales con Jesús en la Eucaristía durante la cele-bración de la Misa. Espero que haya tomado en serio la oportunidad de ofrecerse a sí mismo y a sus seres que-ridos, preocupaciones, sufrimientos, alegrías y bendiciones cuando los dones del pan y el vino se ofrecen a Dios durante la Liturgia de la Eucaristía para que se convierta en parte del sacrificio en el Altar y que estés tomando a Jesús y tu “¡Amén!” en tu vida diaria. Escuche atentamente las palabras de nuestras ora-ciones y ore verdaderamente las partes de la Misa que recita de memoria, escúchelas con nue-vos oídos y ore sabiendo que Dios está derramando Su gracia y amor sobre usted durante la Misa. Cada parte de la Misa , cada oración, nos acerca a nuestro Señor. Cuando participa plenamente en la Misa, nuestro culto dominical adquiere una nueva energía que se queda con nosotros cuando nos vamos.
Espero que haya orado acerca de a quién invitar nuevamente a Misa y haya extendido o tenga un plan para extender la invitación a esa alma.
Cuando lees, reflexionas y oras con el Discurso del Pan de Vida en el Capítulo 6 del Evangelio de Juan (22-71) y lees los Evangelios sobre la Última Cena, como Mateo 26:26-28 “Mientras comían, Jesús tomó pan, dijo la bendición, lo partió, y dándoselo a sus discípu-los dijo: “Tomad y comed; este es mi cuerpo.” Entonces

tomó una copa, dio gracias y se la dio, diciendo: Bebed de ella todos, porque esto es mi sangre del pacto, que será derramada por muchos para el perdón de los pecados. ¡Me parece imposible que muchos cristianos no crean en la Eucaristía!
Jesús nos dice: “Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre, y el que en mí cree, no tendrá sed jamás” (Juan 6:35). Como seres humanos, tenemos hambre de amor: amar, ser amados, ser aceptados, tener compañía y ser “vistos” como personas. Cuando pensamos en nuestra hambre y en Jesús dicié-ndonos: “Yo soy el pan de vida”, es una profunda declaración de amor por nosotros, especialmente en el contexto de la Misa y la Eucaristía.
En el pan y el vino, que se convierte en Su Cuerpo y Sangre: tenemos algo físico en lo que podemos hincarle el diente, tanto literal como espir-itualmente. Es un paso gigante en la fe. Probamos a Jesús como el pan de vida y realmente es una prueba de su amor. Es una muestra de Aquel que vivió en la tierra, que murió por nosotros y por nuestros pecados, que resucitó de entre los muertos y ascendió al Padre. ¡Podemos comer Su Cuerpo y beber Su Sangre! ¡Qué privilegio inmerecido!
¿Dónde más podemos tener verdaderos Momentos Santos que en la Eucaristía misma? ¿Dónde más podemos tener verdaderos momentos en los que el amor de Jesucristo simplemente se derrame sobre nosotros?
Además de leer y orar con la pal-abra de Dios, participar plenamente en la Misa y recibir la Eucaristía, también podemos acercarnos a la Eucaristía expuesta en Adoración. La mayoría de nuestras parroquias y misiones están ofreciendo más oportunidades para que nos unamos como comunidad para la Adoración de la Santísima Eucaristía con alabanza y adoración. La mayoría de las parroquias y misiones también ofrecen momentos devocionales de Adoración, y algunas tienen Adoración perpetua (Parroquia de Our Lady of the Gulf, Bay St. Louis; Parroquia de St. Mary, Woolmarket; Parroquia de St. James, Gulfport; Parroquia de St. Alphonsus, Ocean Springs; Parroquia del Sagrado Corazón, Pascagoula).

Hacer una Hora Santa es una hermosa manera de adorar a nuestro Señor. Cuando venimos ante Él, hay muchas maneras de estar con Él. Al arzobispo Fulton Sheen se le acredita como “el gran profeta de la Hora Santa”. Él dijo: “El propósito de la Hora Santa es alen-tar un encuentro personal profundo con Cristo. El Dios santo y glorioso está constantemente invitándonos a acercarnos a él, a conversar con él, a pedirle las cosas que necesitamos y a experimentar la bendición que hay en la comunión con él”.
Si le preocupa “qué hacer” durante una Hora Santa, no lo haga. No necesitas “hacer” nada, solo estar pre-sente para nuestro Señor. Jesús le pidió a Pedro, Santiago y Juan que velaran con Él durante una hora. No para hacer nada, sino para estar con Él.

El arzobispo Sheen dijo: “Sentarse ante la Presencia es como un cuerpo que se expone ante el sol para absorber sus rayos”. Es una oportunidad particular para simplemente adorar y “escuchar” lo que el Señor pueda querer decirnos. Si te cuesta estar quieto durante una hora, comienza con 15 minutos, ¡Jesús estará allí! O considere asistir a un evento de alabanza y adoración con Adoración, como una Hora de Gracia en la Natividad el primer jueves de cada mes, o un evento XLT (St. James Parish, Gulfport, alberga XLT la may-oría de los martes por la noche, de 7 a 8 p. m.), o una noche de Adoración que también incluye charla, ala-banza, adoración, confesión, equipos de oración dis-ponibles y Adoración, en diferentes parroquias de la Diócesis durante el año escolar. Visite https://www. biloxidiocese.org/Local-encounter-opportunities y Le pido que también se tome un poco de tiempo para leer acerca de algunos Milagros Eucarísticos reci-entes que han sido examinados científicamente por laboratorios independientes, y se encontró que no tienen explicación natural o física (origen sobrenatu-ral): Buenos Aires, Argentina, 1996; Tixtla, México, 2006; Sokolka, Polonia, 2008, todas son Hostias consagradas que se han transmutado en tejido de corazón: http://www.magiscenter.com/blog/contemporary-eucharistic-miracles.
Hay tantas “cosas” negativas a nuestro alrededor en el mundo, y también tenemos nuestras cargas y suf-rimientos personales. Puede confundir el verdadero sentido de la vida y el verdadero sentido de lo que sig-nifica ser seguidor de Jesucristo y amarlo, especial-mente en la Eucaristía.
Los momentos en que tengo la oportunidad de estar con Jesús en la celebración de la Eucaristía, que es diaria, y en la Adoración actúan como salvación de las preocupaciones del mundo y en las luchas diarias de la vida.
Sin la Eucaristía, no sería sacerdote ni obispo. Sin la Eucaristía, no seríamos Iglesia. A través de la Eucaristía, ofrecemos la salvación al mundo. Haz tiempo para estar con Jesús en la Eucaristía. Participa en la Misa, experimenta a Jesús en Adoración: ¡no te arrepentirás del tiempo que pases con Jesús!

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